S-300PT vs.S-300PMU-2: Por qué Azerbaiyán tiene la ventaja de la defensa aérea sobre Armenia

S-300PT vs.S-300PMU-2: Por qué Azerbaiyán tiene la ventaja de la defensa aérea sobre Armenia El conflicto en curso entre Armenia y Azerbaiyán tiene el potencial de ser la primera vez que el sistema de misiles tierra-aire S-300 se usa en combate, y si se cree en algunos informes no verificados, es posible que la plataforma ya haya sido utilizada por las fuerzas armadas de Armenia. fuerzas para neutralizar los drones azeríes. El sistema S-300 entró en servicio por primera vez en las fuerzas armadas soviéticas en 1979 como el S-300P, y ha evolucionado considerablemente en las últimas cuatro décadas con las últimas variantes, actualmente en producción, siendo las plataformas S-300V4 y S-400.. Sin embargo, las variantes en el servicio armenio y azerí están muy lejos del estado de la técnica, aunque incluso estas variantes más antiguas aún no habían sido combatidas en ningún lugar del mundo antes de que comenzara el conflicto actual. Una evaluación de las capacidades de ambos sistemas S-300, y la comparación de sus respectivos rendimientos entre sí, pueden proporcionar una idea de qué parte tendría la ventaja si las hostilidades se intensificaran aún más y la guerra aérea llegara a jugar un papel más importante. Armenia actualmente despliega una variante de la era soviética del S-300 que entró en servicio por primera vez en 1982, el S-300PT, que proporciona el único activo creíble para la defensa aérea de largo alcance además de sus cuatro aviones de combate Su-30. Esta variante del S-300 de la era soviética es más que suficiente para amenazar a aviones azeríes como el MiG-29A, que también entró en servicio en 1982 y ha visto pocas actualizaciones desde entonces.. El S-300PT está equipado con misiles tierra-aire 5V55KD, que proporcionan un rango de participación de 90 km y se benefician de un modo de guía de orientación por radar semiactivo terminal, que proporciona una precisión mejorada en relación con el S-300P original. El misil está limitado por su ojiva relativamente liviana de 133 kg, baja velocidad de Mach 3.35 y la capacidad de atacar solo a un número muy pequeño de objetivos simultáneamente, estimado en alrededor de una docena o menos. Las capacidades limitadas de este sistema de misiles significan que Armenia se verá obligada a depender más de sus aviones de combate Su-30SM si las hostilidades aumentan aún más, o si Turquía interviene más directamente en el conflicto del lado de Azerbaiyán . Azerbaiyán, en particular, no cuenta con ningún sistema S-300 heredado de la Unión Soviética, aunque despliega variantes avanzadas de los sistemas S-200, S-125 y S-75 de la era soviética para una red de defensa aérea de varias capas. Sin embargo, el Ministerio de Defensa azerí ha fortalecido las defensas aéreas del país de manera significativa desde el colapso soviético, y aunque su único escuadrón de aviones de combate MiG-29 no ha experimentado mejoras significativas en sus capacidades, el país sí adquirió la avanzada defensa aérea S-300PMU-2. sistema de Rusia. El S-300PMU-2 entró en servicio 15 años después del S-300PT, incorporándose por primera vez al ejército ruso en 1997, y fue un predecesor directo del mejor conocido sistema S-400 que lo sucedió 10 años después. El sistema de misiles tiene el potencial de atacar objetivos a casi el triple del alcance del S-300PT a 250 km si está equipado con el misil 48N6E3, aunque sigue siendo incierto si Azerbaiyán realmente lanza estos misiles. El misil menos capaz pero más estándar utilizado para equipar el S-300PMU-2, el 48N6E2, tiene un alcance más corto pero respetable de 200 km. El misil puede interceptar objetivos a velocidades de Mach 5,9 y lleva una gran ojiva de 180 kg, y hasta dos 64 pueden ser guiados por un solo sistema S-300 en cualquier momento para atacar hasta 32 objetivos simultáneamente. La brecha tecnológica de 15 años entre las variantes armenias y azeríes del sistema S-300 se refleja de cerca en sus capacidades, con el S-300PMU-2 capaz de atacar 2-3 veces más objetivos simultáneamente, haciéndolo con más tipos de misiles para mayor versatilidad, y capaz de amenazar objetivos a distancias mucho más largas. La variante PMU-2 también se beneficia de contramedidas de guerra electrónica superiores que son críticas para permitirle operar de manera efectiva en un entorno altamente disputado, particularmente si se enfrenta a aviones de combate avanzados como el Su-30SM de Armenia, que lo probará seriamente electrónicamente. El S-300PMU-2 también se puede configurar y volver a implementar considerablemente más rápido que la variante PT anterior, con una alta movilidad clave para su supervivencia. El nuevo sistema de defensa aérea también se beneficia de sensores muy superiores, proporcionando una mayor conciencia de la situación y facilitando la orientación de los adversarios a distancias mucho mayores. Sigue siendo incierto si Armenia buscará eventualmente reemplazar el S-300PT, posiblemente con el S-400 o algún sistema más nuevo, pero es probable que esto dependa del estado de su economía durante los próximos 15 años. Sin embargo, con el acceso a las armas rusas a precios internos 'amistosos', los estados sucesores soviéticos están en una posición sólida para adquirir nuevos sistemas de guerra aérea y pueden comprarlos a precios mucho más bajos que los que están obligados a pagar los estados fuera de la ex Unión Soviética. pero es probable que esto dependa del estado de su economía durante los próximos 15 años. Sin embargo, con el acceso a las armas rusas a precios internos 'amistosos', los estados sucesores soviéticos están en una posición sólida para adquirir nuevos sistemas de guerra aérea y pueden comprarlos a precios mucho más bajos que los que están obligados a pagar los estados fuera de la ex Unión Soviética. pero es probable que esto dependa del estado de su economía durante los próximos 15 años. Sin embargo, con el acceso a las armas rusas a precios internos 'amistosos', los estados sucesores soviéticos están en una posición sólida para adquirir nuevos sistemas de guerra aérea y pueden comprarlos a precios mucho más bajos que los que están obligados a pagar los estados fuera de la ex Unión Soviética.