Rusia en la vanguardia militar con los misiles hipersonico

Avangard (en ruso, Аванга́рд, en español, Vanguardia; anteriormente conocido como Objekt 4202, Yu-71 y Yu-74) es un sistema de misiles desarrollado en Rusia equipados con una ojiva guiada. La ojiva se denomina vehículo de planeo hipersónico, con capacidad de maniobrar además de operar a altitudes más bajas, a diferencia de un misil balístico tradicional y cuya trayectoria se puede anticipar. Está compuesto por un cohete balístico intercontinental como el UR-100N, R-36M2 y el RS-28 Sarmat, equipados con una o varias ojivas con velocidad hipersónica, capaces de alterar su trayectoria y cambiar de rumbo evitando defensas, como el Escudo Antimisiles de Estados Unidos (EE.UU), para así alcanzar su objetivo. Puede tener una carga útil convencional o nuclear. El sistema empezó a diseñarse en 2003, Rusia comenzó a desarrollar dicha arma en 2003, justo después de que EE.UU. abandonara unilateralmente el tratado de defensa antimisiles, y las primeras pruebas comenzaron en 2018, un año después se hizo entrega de la primera unidad. En septiembre de 2020 el gobierno nombró al diseñador de cohetes Guerbert Efrémov como el principal desarrollador. Avangard es una de las seis nuevas armas estratégicas presentadas por el presidente Vladímir Putin durante el discurso sobre el estado de la nación el 1 de marzo de 2018. En septiembre de 2020, Putin condecoró y nombró a Herbert Efremov por su participación clave en el sistema balístico. El Kh-47M2 Kinzhal El Kh-47M2 Kinzhal («daga») (en ruso: Х-47М2 «Кинжал») es un misil balístico de lanzamiento aéreo (ALBM) con capacidad nuclear desarrollado por Rusia. Tiene un alcance reclamado de más de 2000 km, velocidad Mach 10 y la capacidad de realizar maniobras evasivas en cada etapa de su vuelo. Puede transportar ojivas nucleares y cconvencionale y puede ser lanzado desde bombarderos Tu-22M3 o interceptores MiG-31K, El Kinzhal entró en servicio en diciembre de 2017 y es una de las seis nuevas armas estratégicas rusas presentadas por el presidente ruso Vladimir Putin el 1 de marzo de 2018 La primera etapa del misil probablemente es una versión del 9K720 Iskander, diseñado bajo la dirección técnica del ingeniero Valery M. Kashin (KBM Kolomna) y producido en la planta de Vótkinsk. Es capaz de atacar objetivos fijos y móviles, acelera a velocidad hipersónica segundos después del lanzamiento y realiza maniobras en todas las etapas de la trayectoria del vuelo para evadir las defensas antimisiles enemigas. Los medios rusos afirman que el alcance del misil será de 2000 kilómetros cuando lo lleve el MiG-31K y 3000 kilómetros cuando sea transportado por el Tu-22M3. La primera unidad operativa con los misiles hipersónicos Kinzhal se formó en el Distrito Militar del Sur en Ajtúbinsk en diciembre de 2017. En mayo de 2018, diez MiG-31K capaces de usar misiles Kinzhal estaban en servicio de combate experimental y listos para ser desplegados. Para diciembre de 2018, aviones armados con misiles Kinzhal habían realizado 89 vuelos de patrulla sobre el mar Negro y el mar Caspio. El arma hizo su debut público durante el concurso internacional Aviadarts en agosto de 2019 El 3M22 Zircon, también deletreado como 3M22 Tsirkon (en ruso: Циркон, nombre de informe de la OTAN: SS-N-33), es un misil de crucero hipersónico anti-buque propulsado por scramjet que actualmente está siendo probado por Rusia. El misil representa un desarrollo adicional del HELA (Hypersonic Experimental Flying Vehicle) desarrollado por NPO Mashinostroyeniya que estuvo en exhibición en la exhibición aérea de 1995 MAKS. Los prototipos fueron lanzados de prueba desde un bombardero Tu-22M3 en 2012-2013. Los lanzamientos desde una plataforma terrestre se siguieron en 2015, con el primer éxito logrado en 2016. En abril de 2017, se informó que Zircon había alcanzado una velocidad de Mach 8 (6090 mph; 9800 km/h; 2722,3 m/s) durante una prueba de vuelo. Zircon fue nuevamente probado el 3 de junio de 2017, casi un año antes de lo anunciado por los funcionarios rusos. En noviembre de 2017, el coronel general Viktor Bondarev declaró que el misil ya estaba en servicio, Según se informa, se produjo otra prueba de vuelo el 10 de diciembre de 2018, durante la cual el misil demostró que podía alcanzar una velocidad de Mach 8. El 20 de febrero de 2019, el presidente ruso Vladimir Putin declaró que el misil es capaz de acelerar hasta Mach 9 y destruir objetivos tanto marinos como terrestres a una distancia de 1000 km (540 millas náuticas; 620 millas). A finales de año, el 24 de diciembre de 2019, Vladimir Putin declaró que la versión terrestre de Zircon estaba en desarrollo. Según el comandante en jefe de la Armada rusa Nikolai Yevmenov, en enero de 2020, Zircon todavía estaba en la fase de prueba y, a pesar de la evaluación general positiva del programa de prueba, todavía padecía las "enfermedades infantiles" (idioma ruso que significa "problemas de dentición"). Se espera que las fragatas modernizadas sean la primera plataforma en recibir el misil hipersónico, y las pruebas continuarán en paralelo con el armamento de la Armada con el misil crucero Kalibr. Yevmenov afirmó además que se espera que Zircon entre en servicio "en los próximos años". A principios de enero de 2020, Zircon fue lanzado de prueba por primera vez desde la fragata Almirante Gorshkov en el Mar de Barents, y alcanzó con éxito un objetivo terrestre en los Urales del Norte, superando la distancia de 500 km. El 7 de octubre de 2020, el Jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, declaró que Zircon fue lanzado desde la fragata Almirante Gorshkov en el Mar Blanco y alcanzó con éxito un objetivo marítimo en el Mar de Barents a 450 km (280 millas) de distancia, supuestamente alcanzando una velocidad de "más de Mach 8" y una altitud de 28 km (17 millas). ¿Por qué un misil hipersónico? Pude parecer una pregunta absurda porque la respuesta es de una lógica aplastante: a mayor velocidad de vuelo, menos tiempo en alcanzar el objetivo. El tiempo es la clave del éxito del misil hipersónico pero para entender bien esta importancia lo ideal es poner un ejemplo. Hoy en día misiles de tipo crucero que se hayan probado y haya constancia de su eficacia podemos encontrar varios, entre ellos el norteamericano BGM-109 Tomahawk (de sobra conocido) o el ruso 3M-14T Kalibr-NK (variante del 3M-54), ambos con capacidad para ser lanzados desde buques y submarinos. El Tomahawk es un misil subsónico (880 km/h) con un alcance de 1.600 km y con una carga de 450 kg. El ruso es mucho menos conocido, pero se sabe por ejemplo, que en 2015 se lanzaron varios desde el mar Caspio contra objetivos del ISIS en Siria. Según datos bastante fiables de la Missile Defense Advocacy Alliance (MDAA), el Kalibr tiene un alcance de hasta 2.500 km, una velocidad de aproximadamente 965 km/h y una carga de 450 kg. Se estima que en el ataque de 2015 los lanzamientos se realizaron desde una distancia de 1.500 km, por lo que es fácil deducir que, si los norteamericano hubieran realizado un ataque similar con Tomahawk, los misiles hubieran tardado en llegar a sus objetivos 1 hora y 42 minutos. El misil ruso, en cambio, lo habría hecho en 1 hora y 33 minutos. Poca diferencia, pero si dicho ataque se hubiera realizado con un misil hipersónico que volara a Mach 5, habría tardado poco más de 14 minutos y si se tratara de un aparato con velocidades de Mach 10, hubiera sido tan solo de 7 minutos. Conclusión: el misil hipersónico acorta los tiempos entre lanzamiento y ataque y, por tanto, disminuye de una manera dramática los tiempos de reacción entre una posible detección del lanzamiento y el momento del impacto. Pero hay además una segunda derivada muy importante: la detección. Hoy en día la detección de un lanzamiento de misil se realiza mediante radar, pero no siempre es posible. Si el radar es terrestre, tendrá una importante limitación en su alcance de cobertura a baja cota por la propia curvatura de la tierra. Por eso mismo los misiles balísticos intercontinentales, que representan la amenaza nuclear entre las grandes potencias, pueden ser detectados desde muy lejos con potentes radares cuando alcanzan las capas altas de la atmósfera. Aún así, dada su trayectoria perfectamente predecible y el tiempo de vuelo restante, son susceptibles de ser neutralizados con un sistema como el famoso “escudo antimisiles”. Si se tratase de un arma hipersónica que volase a ras de suelo, aunque más alto que los misiles de crucero actuales, sería detectado por un radar 'doppler' a una corta distancia que, dependiendo de su potencia, podría estar entre las 20 y 30 millas (32 y 48 km). A una velocidad hipersónica y si el radar estuviera en el propio objetivo, esa distancia se traduciría en un tiempo de reacción de menos de 15 segundos en condiciones ideales. Un arma como la descrita, hoy en día, sería en la práctica casi imposible de neutralizar.

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