Sistema de guerra electrónica rusa Krasuja 4

Krasuja-4. Sistema de lucha radioelectrónica . Desarrollado en Rusia, puede estar operativo en diez minutos y es totalmente automatizado. Es un sistema que no tiene análogos en el mundo ni los tendrá en el futuro próximo. La Fuerza Aérea Rusa, al igual que las fuerzas armadas de los principales países del mundo, utiliza una gran cantidad de sistemas de radio. Sin embargo, las ventajas de la electrónica, que permiten un alto grado de eficacia en los medios de ataque, se ven disminuidas por su vulnerabilidad; cualquier señal de radio puede ser interferida. La aplicación masiva de armamento de alta tecnología basado en complicados aparatos electrónicos, es uno de los principales rasgos de las actuales acciones militares. Este armamento se aplica principalmente a la tecnología aeronáutica. Dentro de este campo la guerra electrónica (REB) tiene una prioridad absoluta en el campo de batalla. Cuando en el ya lejano año 1961 la URSS ensayó su llamada Bomba Zar en el archipiélago de Nóvaya Zemliá, un extenso territorio quedó incomunicado durante una hora. A partir de entonces surgió la idea de usar un poderoso impulso electromagnético para 'quemar' el delicado equipo electrónico de potencial adversario e interferir en la comunicación radial. Misión Los sistemas de la serie Krasuja detectan equipos radioelectrónicos del enemigo, analizan el tipo de señales que emiten y producen interferencias alterando su funcionamiento. Como consecuencia, el adversario pierde la posibilidad de detectar objetivos y apuntar sus armas. El desarrollo ruso puede servir para garantizar la seguridad de instalaciones estratégicas, incluidas plataformas y torres petroleras, centrales hidroeléctricas, aeropuertos y nudos ferroviarios. La empresa Kvant, fabricante de los equipos Krasuja, se especializa en dispositivos móviles para reconocimiento radiotécnico y neutralización de radares de aviones. Teniendo en cuenta el actual estado de las fronteras rusas, una de las principales tareas será la reacción efectiva de la aviación contra un posible adversario. El sistema ruso Krasuja-4 es uno de los ejemplos de la tecnología punta rusa, debido a que es capaz de anular el funcionamiento de los satélites espías, los radares terrestres y los aviones de alerta temprana dotados del sistema AWACS, hasta hacer imposible que los aparatos se orienten. La misión del Krasuja-4 es actuar en misiones estratégicas importantes, que utilizan intensamente la aviación de reconocimiento y los satélites espía de las unidades espaciales enemigas. Fuentes públicas afirman que el radio de impacto de este sistema es de más de 300 km. El consorcio ruso Radioelectronnie tejnologui (KRET) ha diseñado un sistema de guerra electrónica único, el Krasuja-4 que ya ha sido adoptado por el Ejército. La antena del Krasuja-4 se instala sobre un chasis con ruedas de cuatro ejes del todoterreno KAMAZ. Este sistema móvil puede funcionar en el Polo y en el desierto arábigo: su fiabilidad está garantizada con temperaturas de hasta menos y más 50 grados. De dos maneras. Se necesita una poderosa fuente de electricidad capaz de eliminar todo en un solo impulso: o un condensador o un generador. Los armeros rusos utilizan ambos. Actualidad El 12 de abril de 2014 un bombardero Su-24 de la Fuerza Aérea rusa realizó vuelos rasantes sobre el destructor estadounidense Donald Cook, que acababa de entrar en el mar Negro, causando el estupor en su tripulación y la posterior solicitud de retirada de 27 personas. ¿Cómo pudo haber 'desmoralizado' a la tripulación de un buque especializado en defensa antiaérea este veterano ruso, desarrollado en la época soviética y desarmado (sin misiles en sus pilones externos)? Los expertos coinciden en la respuesta, que es corta: Jibiny, el actual sistema de guerra electrónica ruso que ha 'apagado' las pantallas de radares del destructor, haciéndolo indefenso. Es capaz de neutralizar tanto un moderno misil guiado por GPS como un destructor o un regimiento entero de un posible adversario.

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